En esta sección voy a analizar algunos capítulos del libro obligatorio de filosofía.
Capitulo: Potlach
En este capítulo Marvis Harris intenta descifrar el por qué del consumo conspicuo de algunas culturas. Para ello, se remonta a las tradiciones de algunas tribus primitivas. Primero haremos un breve resumen de los ejemplos que nos expone el autor y después los analizaremos desde dos puntos de vista diferentes: el relativismo de Ruth Benedict y el materialismo de Harris.
En su libro Patterns of Culture, Ruth Benedict trata de encontrar una explicación al estilo de vida megalómano de unos habitantes aborígenes de la Isla de Vancouver. Benedict llega a la conclusión de que la celebración de los Potlaches de estas tribus se debían a caprichos maníacos, a el deseo de grandeza de los jefes. Harris desmonta a poco a poco la tradición de los Potlaches y acaba encontrando el por qué de estas celebraciones.
Un jefe kwakiutl nunca estaba satisfecho con el respeto que le dispensaban sus propios seguidores y jefes vecinos. Siempre estaba inseguro de su status debido a que lo único que le ligaba al cargo eran los lazos familiares a los antepasados, lazos que otra persona podía reclamar. Para rivalizar entre ellos se llevaban a cabo los Potlaches, donde cada jefe tiene que recolectar el máximo de recursos y enviarselos a su rival, demostrando así su superioridad. A veces incluso, para demostrar su poderío quemaban los bienes para hacer un gran fuego.
El análisis de Ruth Benedict es el siguiente: El anhelo obsesivo de status de los jefes kwakiutl era la causa de los Potlaches. Es pura megalomanía. Mostrarse superior a los rivales. Todo el sistema está al servicio de esta obsesión.
Sin embargo, Harris descifra el enigma diciendo que el potlach es un festín competitivo,un mecanismo casi universal para asegurar la producción y distribución de riqueza entre pueblos que todavía no han desarrollado plenamente una clase dirigente.
En su libro Patterns of Culture, Ruth Benedict trata de encontrar una explicación al estilo de vida megalómano de unos habitantes aborígenes de la Isla de Vancouver. Benedict llega a la conclusión de que la celebración de los Potlaches de estas tribus se debían a caprichos maníacos, a el deseo de grandeza de los jefes. Harris desmonta a poco a poco la tradición de los Potlaches y acaba encontrando el por qué de estas celebraciones.
Un jefe kwakiutl nunca estaba satisfecho con el respeto que le dispensaban sus propios seguidores y jefes vecinos. Siempre estaba inseguro de su status debido a que lo único que le ligaba al cargo eran los lazos familiares a los antepasados, lazos que otra persona podía reclamar. Para rivalizar entre ellos se llevaban a cabo los Potlaches, donde cada jefe tiene que recolectar el máximo de recursos y enviarselos a su rival, demostrando así su superioridad. A veces incluso, para demostrar su poderío quemaban los bienes para hacer un gran fuego.
El análisis de Ruth Benedict es el siguiente: El anhelo obsesivo de status de los jefes kwakiutl era la causa de los Potlaches. Es pura megalomanía. Mostrarse superior a los rivales. Todo el sistema está al servicio de esta obsesión.
Sin embargo, Harris descifra el enigma diciendo que el potlach es un festín competitivo,un mecanismo casi universal para asegurar la producción y distribución de riqueza entre pueblos que todavía no han desarrollado plenamente una clase dirigente.
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